El material refractario es el material más frágil de la caldera. Se rompe o fractura fácilmente. Su cambio o reparación es bastante costoso, y se lleva adicionalmente de un tiempo largo, donde no se puede contar con la caldera.
Los diseños de calderas antiguas utilizaban material refractario (cemento o ladrillos refractarios) para aislar aquellas áreas en las que la flama o los gases de combustión podían entrar en contacto con acero que no contaba con agua para enfriarlo del otro lado.
En calderas de tubos de humo antiguas, el uso más común del material refractario era en la cámara de retorno de gases (turnaround chamber) y en las puertas, en donde se utilizaba en cantidades grandes y geometrías complejas que lo hacían muy frágil – especialmente una sección de material refractario utilizada para separar los gases del segundo y tercer paso, comúnmente llamado “altar o marco refractario” (refractory bridge) .
Los diseños de calderas modernas minimizan el uso de material refractario ya que con ello se aumenta la confiabilidad y eficiencia y se reduce el mantenimiento requerido.
Una caldera horizontal, de tubos de humo, moderna, de 80 HP o mayor no requiere de un marco refractario ya que su cámara de desvío de gases es de acero, enfriada por agua y se le denomina Wet-Back (Espalda mojada) (Ver guía técnica: WET BACK) y tampoco requiere de material refractario en las puertas delanteras y traseras ya que se remplaza con lana mineral y lámina de acero inoxidable.
Para garantizar la confiabilidad y bajo costo de mantenimiento, todas las calderas horizontales de tubos de humo de Powermaster de 80 HP o mayores cuentan con un Wet-Back y no utilizan material refractario en sus puertas delanteras o traseras. El único material refractario que contienen se encuentra en el registro pasa-hombre del Wet-Back y en la boquilla refractaria del quemador.